¿Para qué sirve la cáscara de la mandarina?

La mandarina es una de las frutas más consumidas en todo el mundo. Se trata de un fruto cítrico que proviene del mandarino (Citrus reticulata), un árbol de la familia de las rutáceas. Este árbol y sus frutos son muy similares a los del naranjo (Citrus sinensis), pero sus dimensiones suelen ser más reducidas.

La cáscara de las mandarinas es bastante fina y presenta un color anaranjado muy intenso y brillante. Además, en la piel podemos encontrar una gran cantidad de glándulas que contienen los tan apreciados aceites esenciales responsables del aroma característicos de estos cítricos.  

Normalmente, desechamos la piel tras exprimir el zumo de las mandarinas o comernos su pulpa. De hecho, es cierto que esta tiene un sabor bastante amargo como para poder consumirla directamente. No obstante, la cáscara de la mandarina también tiene ciertos beneficios y se puede aprovechar de varias maneras distintas. ¡Sigue leyendo nuestro artículo, para conocer más datos al respecto!

Beneficios de la cáscara de la mandarina

A pesar de que existe la creencia de que todas las vitaminas, minerales y antioxidantes se encuentran en la pulpa y zumo de los cítricos, lo cierto es que la cáscara de las mandarinas también contiene grandes cantidades de vitaminas (C, A y B), minerales (magnesio, calcio, potasio, hierro), fibra y antioxidantes (flavonoides y betacaroteno). Por este motivo, podría tener efectos beneficiosos sobre el organismo, como ayudar a reforzar el sistema inmunológico y favorecer la absorción de determinados minerales (como el hierro, gracias a su contenido en vitamina C), mejorar la salud digestiva debido a su contenido en fibra, o ayudar a combatir el estrés oxidativo por su contenido en antioxidantes, como los flavonoides y el betacaroteno. 

Las cáscaras de mandarina, ¿para qué sirven?

Hasta ahora, en artículos anteriores hemos hablado del zumo de mandarina, pero debido a las propiedades y beneficios que oculta la cáscara, ha llegado el momento de que te mostremos realmente para qué sirven las cáscaras de mandarina y qué usos se le pueden dar. 

Usos de la cáscara de la mandarina: se usa para extraer aceites esenciales

Las cáscaras de mandarina son, indudablemente, las responsables de ese aroma tan intenso y característico que desprenden estos cítricos. Esto se debe a que contienen unas glándulas que contienen los aceites esenciales compuestos por gran cantidad de compuestos volátiles en diferentes proporciones que, al romperse o someterse a una presión determinada, desprenden ese olor tan característico, dulce y agradable.

Así pues, en Zuvamesa, dentro de nuestra política de cero residuos, sometemos las pieles sobrantes del exprimido de cítricos a un proceso de prensado en frío o “cold pressed” para obtener aceite esencial de elevada calidad, que tiene infinidad de usos industriales. 

Usos de la cáscara de mandarina: sirve para la elaboración de pellets

Los pellets son un material vegetal que tiene distintos usos, entre los que destaca la alimentación animal, aunque también se pueden utilizar como combustible e incluso para elaborar determinados tipos de fertilizantes. La elaboración de pellets requiere triturado, prensado y secado de los restos de las cáscaras de mandarinas que quedan tras la extracción de los aceites esenciales de este cítrico. De esta manera, aprovechamos al máximo las mandarinas sin generar ningún tipo de residuos. 

Usos de la cáscara de mandarina: puedes elaborar infusiones

Dejando de lado el ámbito industrial, en nuestros hogares, podemos aprovechar las cáscaras de mandarina para elaborar infusiones agradables y aromáticas. Tan solo tienes que machacar las pieles de mandarina e introducirlas en bolsitas de infusión o en un filtro colador de té. Después solo tienes que calentar agua y llevarla al punto de ebullición, introducir esta bolsita o filtro dentro y esperar unos minutos hasta que esté a una temperatura agradable para beber. 

Mermelada con cáscaras de mandarina

Por supuesto, las infusiones no son la única opción para aprovechar las cáscaras de mandarina, sino que también puedes utilizarlas junto con la pulpa para elaborar mermelada. Para ello debes cocinar las pieles en una olla con agua hasta que queden tiernas, y posteriormente añadir los gajos en dados y la mitad de su peso en azúcar, y dejarlo reposar. Un par de horas después, volvemos a poner a calentar la olla a fuego lento hasta que empiece a hervir para que no se queme. Si añadimos el zumo de un limón, evitaremos que el azúcar se cristalice después de hervir. Cuando la mezcla empieza a espesar, es el momento de retirar del fuego y ya podemos almacenarla en botes herméticos y esterilizados para garantizar que se conserva en las mejores condiciones posibles. 

Cáscara de mandarina como repelente de insectos sostenible

Por último, también podemos decir que puedes aprovechar la cáscara de la mandarina como repelente natural y sostenible de insectos. Tan sólo debes de almacenar las cáscaras de la mandarina y dejarlas al aire libre en un recipiente en un lugar del hogar en el que suelan aparecer insectos y arácnidos, como moscas, mosquitos, abejas, hormigas, arañas e incluso ciertos tipos de ácaros.En definitiva, podemos decir que la cáscara de mandarina es un recurso versátil y beneficioso que se puede aprovechar de diversas maneras. Por ejemplo, puedes utilizarla para usos tan variados como la extracción de aceites esenciales, la elaboración de infusiones, mermeladas y repelentes naturales y sostenibles. Así pues, este subproducto de la mandarina es de gran utilidad en el mundo de la cocina, en el hogar, y mucho más, ya que ofrece alternativas sostenibles para aprovechar al máximo estos frutos y evitar generar residuos.